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viernes, 13 de diciembre de 2019

Un anime… ¿en México?

Por Jazmín López
El anime nos abre la puerta a miles de universos, cada uno diferente del otro y, en algunos casos, interconectados. Sus temáticas son tan variadas y excéntricas que es probable que encuentres al menos una serie de cualquier trama que se te venga a la mente. Gracias a eso, su popularidad ha aumentado considerablemente en el hemisferio occidental, al grado de obtener nuevos espectadores, no solo aquellos dentro de la cultura “friki”. 

No es de extrañar, entonces, que grandes corporaciones apuesten a este tipo de animación. Por ese motivo, en esta ocasión te hablamos de “Seis Manos”, un anime original de Netflix en asociación con Viz Media, estrenado el 3 de octubre del presente año. 

La historia se centra en Isabela (voz Aislinn Derbez), Jesús (voz Jonny Cruz) y Silencio (personaje mudo), tres huérfanos que son adoptados y entrenados por Chiu (voz Vic Chao), un maestro chino de Kung-fu. Todo parece ser tranquilo en San Simón, pero la paz se rompe cuando un monstruo, sediento y hambriento de carne, aparece en el pacífico pueblo. 

Después de que los tres artistas marciales se enfrentan a esta peculiar criatura, descubren que su maestro fue asesinado, por lo que se ven en la necesidad de unir fuerzas con la única mujer policía del pueblo, García (no es que se nos haya olvidado poner su nombre, simplemente es que no tiene uno, únicamente se conoce el apellido de este personaje interpretado por Angélica Vale), y un agente estadounidense de la DEA llamado Brister (voz Mike Colter). 

Así, el nuevo grupo debe hallar al culpable de matar a Chiu, pero su investigación los involucrará en asuntos que jamás imaginaron, situaciones asociadas al narcotráfico y a la magia negra, caminos que los dirigirán hacia El Balde (voz Dany Trejo).
¿Te sonó muy extraño? Pues así es esta historia.

La característica más destacable de esta serie es dónde se desarrolla, el nombre del pueblo te debe dar una idea, ¡Así es! La trama se desarrolla nada más ni nada menos que en nuestro país. Esta peculiaridad lo convierte en el primer “anime” ambientado en México. Aunque los acontecimientos tienen lugar en la década de los 70 podemos ver diversos estereotipos, como el típico pueblito norteño en medio del desierto, con una iglesia blanca en el centro del mismo, el papel picado colgado, los puestos de fruta en la calle y los vochos circulando por las calles sin pavimentar (no es broma, podemos apreciar a estos vehículos en diversas escenas, incluido el famoso vocho taxi con su pintura verde y blanca). 

Con esto en mente, el lenguaje usado, como puede esperarse, contiene expresiones particulares de nuestro léxico (mija, gringo, híjole, etc.) sobre todo en el uso de groserías, lo cual es bastante regular a lo largo de los capítulos. Sin embargo, aunque se hacen juegos de palabras, el humor, a opinión personal, es muy simple y fuera de lugar, puesto que situaciones serias se arruinan con el implemento de una frase sin sentido. 
Personalmente, Seis Manos me dejó mucho a desear, pues tiene demasiadas subtramas, lo que hace que el desarrollo de la historia central se vea interrumpida constantemente por situaciones que desbordan en un tema nuevo, al cual tampoco se le da un tratamiento profundo y, como consecuencia, tiene un desenlace rápido al tiempo que origina un nuevo acontecimiento. Aunque, probablemente, esto se deba a que cuenta con únicamente ocho episodios de 27 minutos cada uno, un número bastante reducido considerando que el estándar es de doce capítulos. 

Con esto no quiero decir que los temas seleccionados sean malos, puesto que en realidad son bastante llamativos:

Se tiene un culto a Santa Nucifera (una referencia directa a la Santa Muerte), una hechicera que otorga poderes sobrenaturales a aquel que coma su carne o beba sus lágrimas, y no es ninguna metáfora, pues los personajes literalmente engullen el cuerpo de la figura sagrada, pero se debe tener cuidado o el poder los convierte en monstruos caníbales que destruyen todo a su paso. 

Se toca el tema del narcotráfico en México, una aproximación bastante realista a nuestro contexto actual, en donde el cabecilla es quien menos esperas. Aunado a las constantes peleas por los territorios de otros líderes de este negocio. 

La brujeria mexicana es otro recurso empleado en esta serie, pues se ve a una curandera y los misteriosos poderes que posee gracias a su conexión con el otro mundo, puente que crea gracias a plantas y animales. Una característica real de nuestra cultura. 
Además de la magia negra, también podemos observar otro tipo ligada a la inmortalidad, en este sentido, Seis Manos da dos vertientes de magia que podrían estar enlazadas, aunque en la temporada actual se ven como dos entidades diferentes. 

Respecto a los protagonistas, se ve el proceso de duelo que atraviesan después de perder a su figura paterna. Aquí la personalidad de cada uno influye en su manera de desahogarse, pues mientras que Isabela, la hermana seria y racional, se empeña en resolver todo conforme a la ley, su hermano Jesús, que hace de personaje tonto, con sobrepeso y cómico, prefiere olvidar sus penas en alcohol; por otra parte, Silencio, quien tuvo una infancia traumática, es un personaje que le cuesta reprimir sus impulsos violentos, condición que empeora con el asesinato de Chiu. 
Como puedes darte cuenta, son diferentes temáticas, pero de alguna forma este proyecto logra compaginarlas en una misma historia. Como lo mencioné, para mí hubiera sido mejor una reducción de las tramas y con ello una mayor profundidad en las mismas, sin embargo, reconozco que a muchas personas les gusta la gran variedad de temas presentadas por esta producción de Netflix.

Eso sí, las secuencias de acción están muy bien implementadas, aunque debo advertirte que cuentan con tintes de Gore (género caracterizado por escenas de violencia explícitas, en las que los escenarios sangrientos y desmembramientos son recurrentes), así que si eres susceptible, no te recomiendo que la veas. 
Respecto a la animación, aunque el servicio streaming lo clasifica como anime, yo no lo considero como tal. En primer lugar, porque ese nombre solo lo pueden recibir las animaciones japonesas y Seis Manos es una producción estadounidense, cuyo idioma original es, precisamente, el inglés. En segundo lugar, aunque existen múltiples estilos de dibujo, el empleado para este proyecto no refleja uno usado para los animes, más bien me recuerda a las versiones más recientes de las películas animadas de DC Comics. Razón por la que no utilice este término más que al inicio de la nota. 

No obstante, dejando la clasificación de lado, el arte es bastante bueno, ya que nos presentan escenarios con bastantes detalles y una paleta de colores amigable a la vista, la cual cambia de acuerdo a la situación y enfatiza los momentos mostrados. Desde luego, el dibujo usado en los personajes no es menor, ya que dotan a cada uno de ellos con rasgos característicos que te llevan a diferenciarlos y resaltarlos de los demás, gracias a lo cual tenemos una diversidad en los mismos.

En resumen, Seis Manos es una serie ideal para aquel que le gusten las escenas de acción y violencia sin una trama compleja, cuya secuencia transcurre de manera rápida con diversos elementos misteriosos, demoniacos y mágicos. Una producción que te saca de un apuro si no tienes nada más que ver y te quieres distraer por un momento. Pero, si, como yo, eres una persona que está acostumbrada a tramas más complejas, que busca un desarrollo de los personajes y que le resuelvan las dudas que surgen a lo largo de los capítulos, no te recomiendo que inviertas tiempo en ella. 

“Algunos dicen que el domingo es el primer día de la semana. Otros dicen que es el último.  ¿Qué dices tú?”

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